12 reflexiones de una madrastra

Estaba yo con una idea en mente para un post y contacté con la ilustradora Marta Colomer de Tutticonfetti para preguntarle si podría utilizar una de sus fantásticas imágenes (la que estáis viendo sobre estas líneas), que me tenía enamorada. Su respuesta fue inmediata:

Por supuesto tienes mi permiso, la condición de madrastra esta muy vapuleada, la verdad, y hacéis un papel estupendo 😉

Seguí, feliz, trabajando en mi post sobre la distribución de tareas en el hogar. Un tema apasionante, como podrás imaginar. Me documenté para enterarme de cuál es la opinión de los expertos al respecto para poder luego, ya tranquilamente, pasármela por el forro con conocimiento de causa y hacerlo como me diera la gana o como buenamente pudiera (pero documentada). Ya tenía un par de ideas sobre a quién le tocaba qué y cómo podía conseguir que tanto hijos como hijastros me lleguen a odiar por igual (un temazo, que tarde o temprano caerá). Sin embargo, el comentario de Marta seguía dando vueltas en mi cabeza.

De repente, en un momento dado, mi mano (sin preguntarme) abrió plantilla nueva y empezó a redactar una lista de consejos para a mí misma (para esos momentos en que, como buena madrastra, pierdo los papeles). Lista la lista me dije: «Espera, en tu blog esto no va a leerlo ni Dios y… ¡cáspita! ¡Fíjate que te han salido doce!, vete mejor a Unadocenade a ver qué dicen».

Y dijeron que sí. 🙂

Gracias Marta, por permitirme utilizar tu imagen y por, sin saberlo, inspirar:

Una docena de consejos para lavar tu vapuleada imagen, madrastra

…

Tanto si eres madrastra cómo si no, me alegrará que compartas conmigo, aquí abajo, tus pensamientos al respecto.

Si mis reflexiones te han gustado, puedes compartirlas en tus redes sociales para ayudarme en mi proyecto de limpiar nuestra mala imagen. ¡¡Muaahahahaha!!