El Quebrantahuesos

abril 4, 2014 § 9 comentarios

Llega a su fin el Diccionario de la maternidad organizado por Trimadre a los 30. Gracias, Vero, por convertir una idea peregrina en algo tan bonito. Y por supuesto gracias a todas las que lo han secundado y lo han hecho grande con su participación. Este diccionario grupal es un inmenso catálogo de sentimientos pero tampoco podemos obviar que la experiencia de la maternidad se compone también de un número incontable de animaladas. Yo no he llegado a completar el mío particular en plazo, pero ahí voy hoy con mi letra Q… y mi animalada del día.

Tal es el grado de cercanía con el reino animal que, a pesar de luchar contra la violencia en general (y la verbal en particular) proclamamos a pleno pulmón la necesidad de recuperar el grito primigenio. Un instinto primitivo se apodera de nosotras y nos pringamos las manos para pintar animales y nos las apañamos para encontrar nuestro alter ego o el de nuestros hijos en bestias peludas o plumíferos. Y tanto es así que alguna ha llegado a entrever el zoo completo en su propia casa.

Yo acabo de concluir que en casa convivimos un oso polar, un par de focas (yo soy una de ellas), un bichobola y (la última adquisición) ¡un quebrantahuesos!

El quebrantahuesos (con voz de Félix Rodriguez de la Fuente), al igual que el resto de los de su especie, agarra con fuerza a su presa, remonta el vuelo, y la lanza contra el suelo para partir los huesos y poder degustarlos mejor. Así pues, el ejemplar al que doy cobijo, se sube al murete junto al arenero de la mano a su amigo del alma y saltan juntos al «vacío» sobre el, en principio inocuo, montón de arena… y logra partirse la clavícula sin que absolutamente NADIE se percate de ello.

Al recogerlo de «cole», me lo encuentro sentadito en un banco con una bolsita de hielo, la mirada perdida y una risita tonta, que su «seño» atribuye (más tontamente todavía) «al shock». Y lo hace con tanta vehemencia que me rechinan los dientes. Tanto decir que no ha sido nada y que es el shock y yo que replico «Que sí mujer, que yo tampoco quiero que sea nada (yo menos que nadie) pero admitirás que está raro el crío…» Y ella dale con el shock.

Sin querer variar la posición que le evitaba el dolor, lo cojo en brazos y en agradecimiento me regala una mueca agónica. Algo falla. No lo llevo al hospital porque llore (se ríe a ratos). Lo llevo por lo raro que está. No soy alarmista pero no es él. Tan quieto. Tan serio, de repente, después de la risa rara.

La radiografía confirma lo que mi estómago ya decía desde hacía una hora y cuarto en la sala de espera. (Los últimos años, mi estómago ha cogido la palabra y no la suelta, oye) y tras rellenar el formulario de rigor, intercambiar un par de frases con el médico y la enfermera y hacer esfuerzos por contener una lagrimilla traidora, volvemos a casa equipados con unos tirantes, a lo Mazinger y la prescripción de tres semanas ¡»de quietud»! ¿Hola? ¿Quien pone en reposo a Mazinger tres semanas? Bueno y a Mazinger todavía se le puede quitar la pila…

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Bueno, nada, señoras, que se me ha ocurrido que, entre mimo y mimo, me venía muy bien relatar esto para mi «Q». Y de paso me excuso: en estas circunstancias veo inviable un sprint final. ¡Pero estuvo muy bien! 🙂

¡Hasta siempre!

Más letricas del diccionario aquí:

§ 9 respuestas a El Quebrantahuesos

  • Oh noooo y dime, cómo lo logras mantener quieto? 😦
    Mucho ánimo, lo bueno es que los niños se recuperan rapidito y cuentan con todos los besos y mimos de mamá que necesitan 🙂
    Un abrazote!!!

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  • Imma dice:

    Un besito «curalotodo» desde aquí para el «pájaro». Pobrete… Lo de la risa rara me deja pensativa.
    No sé si encontrarás la tapa de la pila para sacársela a ese modelo. Intensivo televisivo de tres semanas… como que no. ¿O sí?
    b-sitos!!

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    • nurananu dice:

      Hombre, algun ratito de tele cae, inevitableeee. Pero está jugando mucho con Lego y con puzzles… y ya ha aprendido a saltar parando la caída con un sólo brazo en plan Cat-woman. Vamos bien 🙂

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  • Pobrecito, che!!! Que en poquito tiempo vuelva a ser el de siempre!!! Un placer fue ir leyendo cada una de tus entradas para el #azdelamaternidad. Ojalá en algún momento termines tu propio diccionario!!!
    Muchos besos curativos… al final, venceremos!!!

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  • Merak Luna dice:

    Ay!!! mi rey!!! pero que mala suerte!!! Espero que la recuperación vaya bien y, sobre todo, que pronto vuelva a «ser él». Mucha paciencia y mimos curativos. Para él… y para tí, que de esos sustos cuesta recuperarse… Muchos besos

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  • ¡Uy con lo que tiene que doler eso! Al menos dicen que los niños superan genial este tipo de lesiones, así que espero que en pocos días ya esté dispuesto a seguir siendo uno de los animales más fuertes de tu casa.

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  • Félix Rodríguez de la Fuente tal cual, faltan el Aguilucho y el Lobo 😀 Tenías que haber la sintonía para ambientarnos…
    Fuera bromas, pobrecillo tu pequeño kamikaze, me imagino perfectamente el susto, nuestro Mayor se hizo una fisura en el codo con poco más de año y medio, y se pasó todo un verano con el brazo inmovilizado!
    Ya verás cómo en seguida se recupera, y todo esto quedará como una anécdota más en el repertorio de cafradas 🙂
    Besitos!!!
    Ah, y me han encantado las referencias a Mazinger Z, en esta casa somos fans totales de Mazinger por culpa de/gracias al paterfamilias 😀

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  • remorada dice:

    ay pobre, pero bueno, «lo trencalòs» es uno de mis animales preferidos de estos lares, seguro se parcha en nada, a lo wolverine ^^

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  • Y yo que espera leer que era como un ave de presa por su apetito, y me encuentro esto!!! Pobrecico mío! Pero bueno, los huesos de los niños se curan más fácilmente que los de los adultos… o al menos eso he oído toda la vida! Seguro que en un pispás está a full!!!! Deseando conocer al resto de fauna que habita esa morada!!
    Un abrazo y GRACIAS MIL Y UNA VECES!! ^^

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